Demasiado real
He estado soñando con mi famila recurrentemente.
Aveces mi madre aparece más joven, como en el 85.
A veces mi Abuela está hablando con mi hermana.
Incluso mi bisabuela, que en paz descance, se aprece a hablarme aunque nunca me habló mucho.
Esto me hace pensar que rara vez la oía hablar, y sin embargo se pasaba los días caminando de acá para alla, por el patio y dentro de la casa, fuamando sus cigarros liados por ella misma.
No muchas palabras, pero mucha presencia.
Un montón de comunicación en el aire.
A veces dormía la siesta en la hamaca atada entre dos árboles de mango que tenian hojas casi durante todo el año (no como en Norway que en invierno cambian tanto, como la ciudad de Oslo, como sus habitantes.)
El tiempo se detenía en San Lorenzo a la hora de la siesta. Los domingos despues de un montón de pasta en familia, con salsa de tomates en conserva y grandes pedazos de carne a la olla, todos nos dispersabamos.
No recuerdo quien lavaba los platos.
Las moscas revisaban los muebles y las hormigas coloradas el piso.
Algunos iban a dormir a las piezas con piso de ladrillos de adobe, siempre frescos, y se escuchaban a los ventiladores moviendo su cabeza y sus aspas.
Rara la frescura en tanto calor. Serían los techos altos? Sería el cantaro de agua detrás de la puerta, tapado con un plato de metal y una taza sobre el plato?
Otros iban a mirar algun partido o noticiero en la tele, otros a jugar chinchón hasta pereder, leventarse de la mesa y ser reemplazado por alguno que despertaba de sus siesta y venía a sumarse.
Tereré tranquilo en la mano, la bombilla en la boca, la charla liviana y la mirada perdida.
Pies descalzos sobre la tierra.
Y todos amigados con el tiempo esperando sin espera bajo el alero de la casa que la tardecita llegue calmando la furía del sol.
Entonces, com siempre, las cigarras puntualmente empezaban a llenar el aire de un color celeste mientras la brisa entre las ramas del los arboles de tornja, mangos y guayabas, nos traíala tarde.
Increíble, parece otra vida. Otra época.
Pero yo estube ahí.
Increíble