Que flash!

Que flash, man... Hoy me lleve una sorpresa de aquellas.
El Otoño está en Oslo. Llego a la oficina, me hago un té (porque venir en el scooter implica regarcarse de frío, y porque yerba no se consigue y la Rosamonte se acabo), enciendo la compu. Como casi todos los días, abro el Clarín cibernético: Papeleras y malos perdedores, Gordos con chumbo en los sindicatos y River que se sube a la punta. Una buena, al fin. Para ponerme las pilas, leo el blog de Lalo Mir.
Me río a carcajadas del comentario de un blogger (Noi) sobre un festival de música Country. La gente pasa frente a la oficina y se rien también, sin entender nada, como reirse con un psícopata: solo para seguirle la corriente.
Como sea, me pongo a leer otro post de Lalo. ASUNTO: ROSARIO
Y entonces: FLASH! Y no era la chica del bikini azul.
Man!
Esto es algo que mis amigos me escribieron hace mil años. Raúl, Charly y Fede!
Trabajábamos en una AFJP, me parece que Charly aún sigue ahí...
“Diario de un Abogado Argentino en Oslo” lo llamaron, y me lo escribieron entre jodas y enserios tratando de disuadirme para que no hiciera lo que hice.
“Mis amigos me dijeron Andrés, No te enamores la primera vez... y no les hice caso”
Que flash man, les tengo que contar a los pibes. Al final ellos han sido publicados antes que yo! Charly, Fede y el Rulo! Hace mil años, en mis momentos de tratar de adaptarme a OSlo, de tratar de no sentirme solo, de estirar el puente zarate brazo largo hasta Noruega, lo posteé con el título: With a little help of my friends" Leete el oríginal en http://lostinnorway.blogspot.com/2005_04_01_lostinnorway_archive.html
Se ve que circuló por la web y ahora es sobre un chabon en Toronto.
Probablemente habrán sido tambien chabones en Estocolmo, en Londers, en Amsterdam, en todas partes.
Retazos de la familia despues que la granda nos explotó en el comedor...
Pero ha decir verdad, yo nunca me fuí por la crisis. Me fuí porque me fuí. Lamento desilusionarte, Lalo.
Y a veces pienso: No era una vida difícil en Baires... Lo que pasa es que era injusta. Ver que tu vieja labura de Lunes a Lunes, y sabés que cuando se jubile, va a ser un garrón. Y saber que ella lo sabe, y aún así tiene esa sonrisa imbatible de madre. Ver que el garca del gerente hay que comprarle palos de golf por el cumple, cuando el chabon despide a tus amigos. Hacer venir a una telemarketer desde Pcia de Buenos Aires, embarazada, cruzando la plaza de Mayo llena de piqueteros, porque “hay que vnir a laburar como sea” y una vez en la oficina, decirle:dice el gerente que te vuelvas. No mán, no da la cara ni el corazón.
Pero a pesar de esas y otra mil razones, me vine por que me vine. O me fuí porque me fuí.
Yo estaba enamorado, y el amor es perfecto para dar el salto.
Ni parra arriba ni para abajo. El salto, man, solo eso. Cosas que a veces uno se levanta a la mañana, y le pinta que tiene que hacerlo.
Y a veces pienso: Uno se fué no para encontar algo, no para encontrar SU lugar o lo que le faltaba. Uno se fué para volver y contar buenas historias.
Ayayayay... el hermoso peligro de estar vivo.
Como sea, que flash... le voy a escirbir a contar a Lalo! Pero primero, mail a los pibes!